Ántes de escribir todo el "rollo", solo quiero expresar la apreciación que le tengo a esa rama y capacidad de piloto. Sin instructores no habría aviación. Es la persona que transmite todos los conocimientos, habilidades y técnicas para que su alumno los asimile y mejore. Es un proceso de mejora constante, solo logrado a través de la instrucción y aprendizaje.
A mi me encantaría ser instructor de vuelo. No creo que haya algo más gratificante en la vida que enseñar, que la otra persona lo pueda hacer solo, y que supere al maestro, sabiendo que se le enseñó con hábitos buenos.
Lamentablemente a veces se nota el desprecio que se le tiene a esa rama. En vez de ser la opción A o B, es la última opción. Asimismo, el sistema de formación y las escuelas de vuelo no tienen un plan de estudios bien estructurado ni material de referencia (libros de texto y programas interactivos) para el curso de instructor. A veces se oyen de casos, por desesperación, en que la escuela de vuelo busca a pilotos recién egresados del curso de piloto comercial diciéndoles que, de cumplir con los requerimientos, en dos días ya podrían empezar a instruír.
Actualmente la instrucción se da con referencia a libros de texto arcaicos (aunque se debe reconocer que el contenido de algunos es muy valioso) o extranjeros, documentos oficiales o por puro conocimiento del instructor. Lo último siendo lo más delicado pues como no hay referencias oficiales ni estándares establecidos, el instructor se limita a "pues así es como me enseñaron" o "así es como se ha estado haciendo".
Al poner en duda el conocimiento y la información presentada por el instructor, la técnica de vuelo y los procedimientos, y discutir los puntos de la evaluación en examenes, el instructor, en vez de presentar una referencia o estándares razonables, se defiende por el hecho que él es el instructor, tiene miles de horas y tiene sus razones para no hacerlo como dice el manual.
Un ejemplo increíble que siga siendo discutido es el del uso de velocidades para aeronaves multi-motores de categoría de transporte (737 o A320) en multi-motores de categoría normal (Cessna 310, Beech Baron o Piper Seminole).
Los instructores de simulador y de vuelo establecen velocidades como V1 y V2 en aviones que no las tienen. En caso de tratar de seguir volando con una falla de motor al despegar, pueden acabar en un hoyo humeante. Son detalles así que siguen siendo malenseñados y pueden ser fatales.
Se les puede hacer frente a esos pseudo-instructores, pero el problema es que uno acabaría peleado, perdiendo y como la mayoría son así, no tiene caso cambiar de instructor. Además de que a uno puede que lo tachen de arrogante sabelotodo y terco, cuando ellos no tienen ni una sola idea.
Las escuelas siguen sin procedimientos estandarizados, siguen sin programas de estudio bien estructurados y definidos, siguen sin material de estudio y referencia. Los instructores siguen enseñando hábitos y habilidades incorrectas y evaluando erróneamente.
Los instructores deberían ser proactivos en lo que se le está enseñando a los estudiantes. Deben cuestionar con problemas y situaciones basadas en escenarios y analizar todo para llegar a una conclusión lógica y segura. Además de reforzar la idea en que todos somos maestros y enseñamos cada día en lo que sea.
Si la normatividad actual no les exige un nivel de conocimientos y habilidades basadas en estándares y referencias oficiales, entonces superense y sobresalgan en lo establecido y elaboren estándares similares o mejores a los establecidos en otros países.